Si eres trabajador de la construcción te habrás dado cuenta que en los últimos meses muchos productos cambiaron su presentación de 50 kilos a 25 kilos, o bien de 40 a 20. Este cambio responde a una polémica discusión que se viene gestando desde la última década, a partir de que muchos países prohibieron sacos con un peso mayor a 25 kilos, aludiendo a riesgos en la salud de los trabajadores.
En México se presentaron acaloradas discusiones acerca de la viabilidad del cambio, llegando estas hasta la Cámara Nacional del Cemento (CANACEM), un organismo dedicado a la defensa de los intereses de las empresas cementeras.
El 23 de noviembre de 2018 se publicó en la página web del Diario Oficial de la Federación la NORMA Oficial Mexicana NOM-036-1-STPS-2018, Factores de riesgo ergonómico en el Trabajo-Identificación, análisis, prevención y control. Parte 1: Manejo manual de cargas.
En este documento se destacan varios puntos importantes que sintetizamos a continuación:
- Los patrones tienen la obligación de adecuar herramientas y maquinaria para reducir los riesgos relacionados con la carga excesiva de materiales.
- Los trabajadores deben procurar hacer su trabajo de forma que se eviten riesgos ergonómicos, así como informar a su patrón de cualquier molestia o afectación que sienta.
- Las actividades que poseen un riesgo ergonómico pueden ser: levantar, bajar, transportar, empujar, jalar y/o estibar materiales.
- Los trabajadores que impliquen un riesgo ergonómico deben ser llevadas a cabo por personas que se encuentren en buena forma física, cotejado por un médico.
- Para las mujeres en gestación o en las primeras 10 semanas de embarazo, su capacidad máxima de carga debe ser determinada por un médico.
- Capacitar a los trabajadores en maneras adecuadas de manejo de cargas, así como la vigilancia constante de su estado de salud.
Esta norma entró en vigor a principios del año 2024 y desde entonces las empresas cementeras están trabajando en la transición de bultos de 50 kilos a bultos de 25 kilos.
Es importante mencionar también que el precio no se ha visto afectado hasta ahora por este cambio. En las casas de materiales para construcción el costo únicamente se vio dividido en dos, lo cual ayuda a que la transición se realice de una manera adecuada para los consumidores, a pesar de que el cambio ha implicado grandes inversiones para las cementeras en la adecuación de nuevas tecnologías y el uso de mayores recursos.