La arena es un material sumamente importante en el ámbito de la construcción y desempeña un papel vital para el levantamiento de cualquier tipo de infraestructura. En este artículo, exploraremos las características y el uso de la arena en la construcción, y descubriremos cómo la arena contribuye a la resistencia, durabilidad y trabajabilidad de las estructuras.
La arena que se usa en la construcción está compuesta por partículas pequeñas de rocas erosionadas y minerales, y es extraída de minas locales. Según su composición y textura se divide comúnmente en ligera o pesada, y ambas sirven para diferentes propósitos, por ejemplo, la arena ligera es preferida para los aplanados, la elaboración de productos de mampostería y su posterior colocación. Por su parte, la arena pesada es preferida para la construcción de drenajes o piezas de concreto armado, es decir, aquellas estructuras en donde se requiere mayor resistencia.
Una de las propiedades más importantes de la arena es su capacidad de llenar los espacios vacíos entre los agregados más grandes como la grava. Esto mejora la trabajabilidad de las mezclas y ayuda a que éstas sean homogéneas, lo cual es esencial para la resistencia de cualquier construcción. Con la adición de arena, grava y cemento, se obtiene un concreto que tiene la capacidad formar estructuras altamente resistentes.
La arena posee una estructura granular muy particular que la hace un producto insustituible en la industria de la construcción. Esta característica cambia según el tipo de arena, sin embargo, a grandes rasgos podemos hablar de un conjunto de partículas con distintas figuras y tamaños formados a partir de procesos naturales. En la mezcla de concreto, la arena se dispersa y se distribuye logrando un llenado efectivo y, por lo tanto, una buena densidad. Esta propiedad ayuda a que los productos del concreto sean fuertes, sólidos y consistentes, pues no quedan espacios huecos frágiles.
Durante el periodo de fraguado, la arena aporta humedad para la hidratación del cemento, ya que tiene la capacidad de absorber y retener agua por largos periodos de tiempo. Esta es otra de las grandes propiedades que hacen de la arena un producto espléndido en la construcción, pues no sólo ayuda a la densidad del concreto, sino que es un elemento decisivo en el proceso de fraguado, ya que actúa como una fuente de humedad controlada.
La proporción adecuada de arena en las mezclas de cemento es muy importante y depende de los objetivos que estemos buscando. La proporción más común consiste en: 1 parte de cemento, 2 partes de arena y 3 partes de agregado grueso, sin embargo, reiteramos que las cantidades ideales dependen de las necesidades específicas de cada proyecto.
La mezcla debe hacerse de manera que los materiales queden bien integrados. En proyectos pequeños, por ejemplo, para el aplanado de una pared, la fuerza física de una persona podría ser suficiente, sin embargo, en construcciones grandes, es recomendable el uso de mezcladoras para garantizar un concreto de calidad.
En cualquier proyecto de construcción, sin importar su dimensión, es muy importante asegurarse de usar arena limpia y libre de cualquier tipo de materia orgánica o contaminante, de otra manera, estos elementos comprometerán la calidad de la mezclas y, por lo tanto, la resistencia del producto final disminuirá.
Hemos visto que la arena es un material esencial en la construcción debido a sus propiedades físicas como la textura y su capacidad de retención de humedad, pues nos aportan grandes beneficios en la elaboración de estructuras que requieren resistencia y fuerza. Si la arena es usada en las proporciones adecuadas con otros agregados de alta calidad, podemos esperar construcciones fiables y duraderas.
Si estás construyendo, o tienes algún proyecto que requiere arena ligera o pesada, no dudes en contactarnos para resolver tus dudas. Somos una casa de materiales para construcción con más de 35 años de experiencia trabajando en la Ciudad de México, por lo tanto, conocemos muy bien las necesidades de las construcciones y la calidad que requieren.